Al Presidente de la Republica Italiana, Francesco
Cossiga:
DÍGAME SEÑOR PRESIDENTE,
SI USTED SE HUBIERA ENCONTRADO EN ESTA TRÁGICA SITUACIÓN
EN LA QUE SE ENCONTRARON EL AGENTE DE LA POLICÍA Y SU MUJER, ¿CÓMO SE HABRÍA
COMPORTADO SIN MEDIOS DE DEFENSA?
¿HABRÍA SOPORTADO LA VIOLENCIA HASTA LAS EXTREMAS
CONSECUENCIAS SIN PODER DEFENDERSE?
¿ES JUSTO O NO ES JUSTO QUE EL HONESTO CIUDADANO TENGA LA
POSIBILIDAD DE DEFENDERSE DE QUIEN ATENTA CONTRA SU VIDA Y LA DE SUS
FAMILIARES?
¿POR QUÉ ES TAN DIFÍCIL, CASI IMPOSIBLE TENER UN LEGAL
PERMISO DE ARMAS MIENTRAS QUE PARA LOS ASESINOS ES LÍCITO TENER LOS ARSENALES?
EL FAR-WEST DEL 2000, SEÑOR PRESIDENTE, ES PEOR, MUCHO
PEOR DE CUANTO NOS RECUERDA LA HISTORIA AMERICANA. ITALIA ESTÁ LLENA DE
BANDIDOS DISPUESTOS A TODO Y ARMADOS HASTA LOS DIENTES.
SEÑOR PRESIDENTE, LE CONFIRMO QUE SOY UN AMIGO DE AQUEL
QUE DIJO: “OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE”, “QUIEN A ESPADA MATA, A ESPADA
MUERE”.
ME EXCUSE LA FRANQUEZA Y LE RUEGO DE ACEPTAR MIS SALUDOS
MÁS CORDIALES DE UN CIUDADANO ITALIANO SEDIENTO DE JUSTICIA Y DE PAZ.
Eugenio
Siragusa
nicolosi, 4 junio 1988